27 de septiembre de 2011

Libros Que Recomiendo #2

Tratado De Culinaria Para Mujeres Tristes — Héctor Abad Faciolince

Estando en la biblioteca hojeando libros (uno de mis pasatiempos favoritos), me encontré con un titulo que me sorprendió, un pequeño libro escrito por un hombre al que sigo y admiro desde mi juventud.

Que Héctor sacara un recetario no me extrañaría para nada, entonces… ¿Por qué la sorpresa causada por el titulo? Y ahí fue cuando lo entendí, mi sorpresa radicaba hacia el público que según ese titulo iba dirigido el libro “Mujeres Tristes”, me apresure a mirar los comentarios y la reseña en la parte posterior y lo que salió de mí fue una sonrisa:
Si los escritores son unos mentirosos que dicen la verdad, el título de este libro cumple con su cometido: no es un tratado, no es de culinaria y, más que para mujeres tristes, parece escrito para mujeres alegres, demasiado alegres.
Sin embargo, es verdad que tiene recetas de cocina, así que en cierto sentido es un manual de culinaria. Y como a veces da risa es posible que consuele, así que puede ser útil para las mujeres tristes, o al menos para las mujeres que conozcan la tristeza.
¿Y los hombres? Bueno, los hombres son unos pobres desterrados de la cocina así que también a ellos les conviene saber lo que se cuece ahí dentro.
Así que lo leí y juro que cada receta toco algo de mi alma de mujer, muchas de esas pócimas, brebajes, hechizos, formulas y hasta purgantes que trae este libro las hemos usado nosotras, tu, yo, ella.

Acá les dejo una de esas recetas: 
Haces volteretas con el cuerpo y la imaginación para evadir la tristeza. ¿Pero quien te ha dicho que se prohíbe estar triste? En realidad, muchas veces, no hay nada más sensato que estar tristes; a diario pasan cosas, a los otros, a nosotros, que no tienen remedio, o mejor dicho, que tienen ese único y antiguo remedio de sentirnos tristes.
No dejes que te receten alegría, como quien ordena una temporada de antibióticos o cucharadas de agua de mar a estomago vacio. Si dejas que te traten tu tristeza como una perversión, o en el mejor de los casos como una enfermedad, estás perdida: además de estar triste te sentirás culpable. Y no tienes la culpa de estar triste. ¿No es normal sentir dolor cuando te cortas? ¿No arde la piel si te dan un latigazo?
Pues así mismo el mundo, la vaga sucesión de los hechos que acontecen (o de los que no pasan) crean un fondo de melancolía. Ya lo decía el poeta Leopardi: «como el aire llena los espacios entre los objetos, así la melancolía llena los intervalos entre un gozo y otro».
Vive tu tristeza, pálpala, deshójala en tus ojos, mójala con lágrimas, envuélvela en gritos o en silencio, cópiala en cuadernos, apuntala en tu cuerpo, apuntálala en los poros de tu piel. Pues solo si no te defiendes huira, a ratos, a otro sitio que no sea el centre de tu dolor intimo.
Y para degustar tu tristeza he de recomendarte también un plato melancólico: coliflor en nieblas. Se trata de cocer esa flor blanca y triste y consistente, en vapor de agua. Despacio, con ese olor que tiene el mismo aliento que desprende la boca en los lamentos, se va cociendo hasta ablandarse. Y envuelta en niebla, en su vapor humeante, ponle aceite de oliva y ajo y algo de pimienta, y sálala con lágrimas que sean tuyas. Y paladéala despacio, mordiéndola del tenedor, y llora mas y llora todavía, que al final esa flor se ira chupando tu melancolía sin dejarte seca, sin dejarte tranquila, sin robarte lo único tuyo en ese momento, lo único que nadie podrá ya quitarte, tu tristeza, pero con la sensación de haber compartido con esa flor inmarchitable, con esa flor absurda, prehistórica, con esa flor que los novios jamás piden en las floristerías, con esa flor de col que nadie pone en los floreros, con esa anomalía, con esa tristeza florecida, tu misma tristeza de coliflor, de planta triste y melancólica.
Héctor Abad Faciolince es una de las voces de la literatura colombiana, periodista, ensayista, novelista y hasta traductor, ganador con su novela “Basura” del I Premio Casa de América de Narrativa Innovadora en el año 2000, en el 2005 le fue otorgado en China el premio a la mejor novela extranjera del año por “Angosta”, en el 2010 le fue concedido el premio Casa de América Latina de Portugal por el libro "El olvido que seremos", como mejor obra latinoamericana. Además de varios premios de origen periodístico.

Este libro de género dudoso, que pasa fácilmente como recetario de relatos cómico – melancólicos con toques románticos ha sido traducido a varios idiomas (italiano, griego, portugués, alemán), en el podemos apreciar la gran narrativa que tiene este excelente escritor.

Si, son recetas, aunque no todas culinarias, muchas de ellas son recetas para animar el alma, son palabras escritas que te sacan sonrisas. De pronto en eso el titulo puede tener razón, si sonríes un poco dejas de ser una mujer triste o ¿No?

Bueno en fin, lo que quiero decir es que me ha gustado muchooo :)

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